La filial ecuatoriana de la brasileña Constructora OAS habría desviado $ 9,1 millones simulando la contratación de una consultoría técnica para enviar ese dinero a Andorra y posiblemente destinarlo al pago de sobornos, según consta en la confesión del contador Roberto Trombeta, asesor tributario de OAS, procesado por el conocido caso Lava Jato en la Fiscalía de Paraná (Brasil).