Desde una pequeña ventana que da al río Bulubulu, Marcia Aristega, que hasta ayer habitaba en el sector de El Muro, de la parroquia Manuel J. Calle, en La Troncal, provincia de Cañar, narró cómo la fuerza del agua se llevó el árbol de guayabo que se encontraba en la parte de atrás de su vivienda.