Tras dos horas de discursos, abrazos y elogios, el homenaje a Enrique Ayala Mora no solo fue un gesto de reconocimiento académico y profesional por su trayectoria como rector de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), sino que se convirtió en un espacio para relanzar su actividad política y abrir puentes entre tendencias partidistas, en apariencia, irreconciliables.