Gran Bretaña y Francia acordaron ayer que los esfuerzos de países de la zona euro para apuntalar a la moneda única europea, tras la crisis de la deuda griega, podría ir de la mano con reformas más amplias que necesita el Reino Unido para permanecer en la UE.

El primer ministro británico, David Cameron, quiere garantías de que miembros del bloque que no pertenecen a la zona euro, como Gran Bretaña, no verán una reducción de su influencia en el grupo de 28 países a medida que la unión monetaria se integre más, antes de someter la membresía británica a la Unión Europea a un referendo en 2017.

Tras evitar la posibilidad de que Grecia abandone la zona euro, Francia y Alemania han sugerido ideas para fortalecer a la unión monetaria de 19 países, como, por ejemplo, que cuente con presupuesto, gobierno y parlamento propios.

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Para hoy se anunció el inicio de las negociaciones del tercer rescate de Grecia.(I)