La cita con la sociedad civil, entre ellos empresarios, indígenas, y grupos católicos, se desarrolló al interior de la iglesia San Francisco.

Una vez que llegó a la nave central de la iglesia, la comunidad franciscana le regaló una réplica de una estatua de San Francisco, santo por el que el obispo Jorge Mario Bergoglio tomó su nombre como papa.

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El pontífice fue recibido al compás de una canción compuesta para la ocasión y llamada "taita", que significa papá en lengua quichua.

Tanto la iglesia como la plaza de Francisco lucían llenas con invitados y miles de personas que lo recibieron afectuosamente con medio de vítores y aplausos.

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El papa Francisco subió a colocar un arreglo floral en el altar de la iglesia San Francisco de Quito donde está la imagen de Jesús del Gran Poder.

La microempresaria Lidia Arcos, de Amabto, resumió la tarea de los trabajadores que se dedican al trabajo con ética para mantener el equilibrio, en que el dinero sirva para el bien común.

A su llegada a este evento, el papa recibió del alcalde Mauricio Rodas las llaves de la ciudad. Allí, el principal de Quito aprovechó para que el pontífice saludara a su esposa y conociera a sus dos pequeños hijos.

Afuera, en la plaza del mismo nombre, había 6.000 sillas para que los feligreses pudieran seguir el mensaje del papa. Pero el ingreso era con invitación.

 

Ello generó la molestia de algunos ciudadanos que se agolparon en una de las puertas y que a gritos pedían que los dejen ingresar. Pero los efectivos policiales no les dieron paso.

Entre los dirigentes de la Conaie estaban Jorge Herrera y Salvador Quishpe, quienes comentaron que esperaban entregarle al papa, “en algún momento del evento”, una carta para plantearle sus preocupaciones.

En los exteriores hubo presentaciones para mantener encendido el acto. Intervinieron alrededor de quince artistas. Uno de los coros musicales decía: “Es Francisco el amigo de todos y rezamos por ti”.

Preparativos
Un concierto de música nacional y religiosa que inició a las 10:00 de este martes, antecedió el encuentro de organizaciones sociales con el Papa Francisco, en la Plaza de San Francisco.

El ingreso a la iglesia fue adornado con flores multicolores aunque los tonos blancos, amarillo y verde destacaron. Se colocaron sillas plásticas a lo largo de la plaza y la gente, proveniente de congregaciones religiosas o sociales de Quito y de otras ciudades , se ubicaba de acuerdo a una distribución previamente determinada en pases que portaban. Voluntarios, vestidos con chalecos negros, fueron los encargados de acomodar a los asistentes. Hubo personas que en las calles Belalcázar y Espejo, a dos cuadras de San Francisco, pedían ingresar a la plaza.

Tres pantallas gigantes se ubicaron en el sitio para que los asistentes puedan seguir las incidencias del evento.

Dos cuadras a la redonda fueron cercadas con vallas metálicas custodiadas por la Policía. También hubo personal militar, de Cruz Roja y Cuerpo de Bomberos.

La lluvia fue intermitente a lo largo de la tarde, intercalada con un poco de sol

Se colocaron también puestos de abastecimiento de agua y baterías sanitarias.

En los alrededores de la plaza de San Francisco se colocaron globos y serpentinas blancas y amarillas que son los colores de la bandera de El Vaticano. (I)