La incertidumbre acabó este miércoles para la francesa Arianaïs A., de 31 años. Junto a ella, un tanto inquieto, estaba su hijo Gaspard, de dos años y dos meses. En el despacho de Bernard Manzano, abogado que lleva el caso, el pequeño se distraía con algunos juguetes. Atrás quedó la desesperación que tuvo desde hace un mes, cuando el padre del niño desapareció con él.