Las ciudades más pobladas de América Latina, entre ellas Quito, acordaron este viernes un plan de acción para reducir los gases de efecto invernadero, que incluye el desarrollo de sistemas de transporte público con autobuses de baja y cero emisiones.

"Al tomar estas medidas las ciudades latinoamericanas están liderando la conducción de acciones urbanas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y los riesgos climáticos", dijo el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, en rueda de prensa.

El convenio se firmó en Buenos Aires en el marco del primer Foro Latinoamericano de Alcaldes Miembros del C40, una red de grandes ciudades del mundo para combatir el cambio climático. 

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Bogotá, Caracas, Buenos Aires, Lima, Ciudad de México, Quito, Río de Janeiro, Sao Paulo, Asunción, La Paz, Panamá, Santiago, Santo Domingo y Tegucigalpa, entre otras ciudades con una población total de 120 millones de personas acordaron desarrollar un inventario de gases de efecto invernadero para calcular las emisiones de cada urbe antes de finales de 2016.

También resolvieron identificar sus peligros climáticos y fijar una meta para reducir las emisiones antes de fines de 2017.

"Estos encuentros son muy útiles... un espacio donde aprendimos de las experiencias de otros alcaldes. Las ciudades tienen un rol protagónico para acelerar este proceso en los años por venir", destacó el alcalde anfitrión, Mauricio Macri.

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Los burgomaestres también firmaron una declaración de intenciones para una ciudad de autobuses limpios de baja emisión, que incluye el desarrollo de redes de transporte público para restringir la circulación de vehículos particulares. Los ejemplos a seguir, coincidieron, son los sistemas de tránsito rápido de Buenos Aires, Río de Janeiro y Bogotá.

"Es un gran acuerdo, es un papel activo de los gobiernos locales en el combate contra los efectos asociados al cambio climático", apuntó el alcalde de la Ciudad de México, Miguel Mancera.

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Los alcaldes latinoamericanos coincidieron en que sus acciones conjuntas deben servir de modelo para los gobiernos nacionales de cara a la próxima cumbre climática de las Naciones Unidas en París a fin de año. (I)