Una nueva tormenta de nieve y granizo que azotó la costa noreste de Estados Unidos el lunes provocó la anulación de más de 2.000 vuelos, especialmente en Nueva York y Boston, con la capital de Massachusetts especialmente afectada.

Según el sitio especializado Flightaware, los aeropuertos Internacional Boston Logan, LaGuardia, Newark y JFK fueron los que más cancelaron vuelos. Ayer, solo 177 mantenían la medida.

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Sin embargo, la tormenta afectó sobre todo a Boston y la costa de Massachusetts, bajo la nieve desde el sábado y que paralizó totalmente sus actividades el lunes y ayer.

Nueva York operó ambos días sin sufrir interrupciones de servicio o alertas para sus ciudadanos.

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Boston ha registrado las nevadas más importantes de su historia en un lapso de 30 días, según el servicio meteorológico nacional, con 1,56 metros. En 1978 habían caído 1,49 metros.

El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, y el alcalde de Boston, Martin Walsh, resolvieron el cierre de las oficinas públicas. Dos tramos de líneas del metro local no funcionaban, según la Autoridad de Transporte de la Bahía de Massachusetts (MBTA, según sus siglas en inglés), que abarca Boston y sus alrededores.

En lo que va de este invierno, solo en Massachusetts los trabajadores estatales han retirado suficiente nieve para llenar 90 veces el estadio Gillette, dijo el gobernador Charlie Baker a los reporteros la mañana de ayer, cuando calificó la situación de “sin precedentes”.

Para empeorar las cosas, podría nevar más. El servicio meteorológico AccuWeather informó que proyecta una nueva nevada en Nueva York y Nueva Inglaterra mañana y en los próximos días, que será empujada por una racha de vientos helados provenientes de la región del Medio Oeste.

“No puedes cambiarlo. La nieve está aquí. No puedes hacer nada sobre eso”, comentó Helen Ferrullo, de 70 años, de Weymouth, donde el lunes cayó 67,31 cm de nieve.

Los metros, tranvías y trenes de cercanías en Boston se quedaron congelados a las 19:00 del lunes, y se esperaba que siguieran inactivos ayer, con solo un servicio limitado de autobuses en marcha.

La Autoridad de Transportes de la Bahía de Transportes dijo necesitar el receso para despejar la nieve y el hielo de las vías y estudiar los daños provocados por la serie de tormentas.

“Si no van a estar operando bien, entonces no deberían operar en absoluto”, dijo Joseph Dell’Erario, de 24 años, al tomar uno de los últimos trenes a casa en Somerville antes del cierre el lunes por la noche.

Ayer, los organismos de emergencia se concentraban en mover la nieve.

Las autoridades medioambientales Massachusetts dieron luz verde a ciudades y pueblos sin un lugar donde dejar la nieve para que vertieran parte al océano o a otros cuerpos de agua si es necesario. (I)