El vicepresidente argentino, Amado Boudou, apeló ayer un procesamiento judicial en su contra por presunta corrupción que lo podría excluir para siempre de cualquier cargo público. En su apelación, Boudou criticó la labor del juez federal Ariel Lijo, a quien acusó de vulnerar “todas las garantías y principios constitucionales”.

“Ha quedado evidenciado que el señor juez nunca quiso que se conozca la verdad, como así tampoco tuvo interés en escucharme, ni en que la ciudadanía lo hiciera de un modo directo”, advirtió Boudou en el escrito que presentaron sus abogados.

Añadió que Lijo “ha forzado la prueba para acomodarla al relato”. Se prevé que el juez Lijo eleve la apelación a la Cámara Federal, que decidirá si mantiene o no el procesamiento.

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Lijo procesó a Boudou por los supuestos delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública por una maniobra para adueñarse de la única empresa que imprime billetes y favorecerse con contratos estatales.