Para abril de 1988, el diplomático ecuatoriano Diego Cordovez Zegers era conocido como “el hombre más paciente del mundo”, pues tras siete años de intensas negociaciones (1981-1988) lograba que las tropas de la Unión Soviética (hoy Rusia) abandonaran Afganistán, casi nueve años después de que invadieran territorio afgano para apuntalar el gobierno marxista, hecho que dio paso a una guerra de guerrillas contra los rebeldes apoyados por Estados Unidos.