“Me llaman y me dicen que lo sacaron grave, quemado y que está vomitando sangre, pero no me dicen a qué hospital se lo llevaron”, decía anoche entre lágrimas Darnelly C., quien llegó al Centro Privación de Libertad Nº 8, en el km 18 de la vía a Daule, apenas se enteró de que había fuego en uno de los pabellones.

No fue la única. Otros familiares querían conocer el estado de salud de sus internos, que por celular alertaron que unos reclusos del pabellón de máxima seguridad especial estaban quemando sus colchones.

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Sucedió antes de las 20:00, según familiares y representantes de entidades civiles de Derechos Humanos. El fuego, que fue controlado por los bomberos, dejó a un interno con el 40% de su cuerpo quemado.

Así indicó Francisco Pérez, uno de los médicos de las ambulancias del Ministerio de Salud Pública. El herido fue trasladado al hospital Universitario de esta ciudad, acotó el galeno. Otro reo, en cambio, presentó signos de asfixia.

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“Parece que los PPL (personas privadas de la libertad) reclamaban por falta de visitas. No sabemos bien. Decían, al inicio, que era también por un intento de matar a alguien, pero eso no lo tenemos confirmado”, contó Jorge Triviño, del Comité Ecuatoriano Permanente de Derechos Humanos.

Lo mismo expusieron los familiares. Ellos dicen que sus internos que están en el pabellón de máxima seguridad quieren tener más de una visita al mes, que es lo estipulado para ellos por las autoridades.

Un ciudadano que recuperó su libertad minutos después del incidente aseguró que en el interior de esta prisión los reos no podían apagar el fuego de los colchones porque no tenían agua. Agregó que un policía logró salvar de las llamas a un interno con discapacidad.

Cuatro ambulancias ingresaron hasta el interior de esta prisión. Pasadas las 21:00, el incidente había sido controlado, según un policía que intentaba calmar los ánimos de los familiares. Hasta el cierre de esta edición no hubo una versión oficial de lo ocurrido.