La exprefecta de Esmeraldas Lucía Sosa, de 56 años, pide que la entrevista sea en la sala de su casa. En este lugar, dice, se hallaba toda el área de lo que comprendía su primera vivienda, de tres metros de ancho, de caña y paja, similar a las de las comunas en las cuales ha laborado como maestra rural.

En esa sala hay juegos y un piso para proteger a los bebés. Sus únicos hijos, gemelos, nacieron en el 2012 a los 28 años de matrimonio.

Expresa que su familia y las expresiones de solidaridad desde comunidades esmeraldeñas la impulsaron a tomar la decisión de postularse como próxima candidata a la Prefectura, en febrero del 2014, luego de que una sentencia de la Corte Constitucional (CC) determinara su destitución al no haber reintegrado a esa institución a los miembros del autodenominado grupo ‘Los Nadie’, como consta en ese fallo.

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La exprefecta afirma que este grupo sí ha estado enrolado a la institución y considera que en la decisión de la CC hubo injerencia política.

“Seis de los reintegrados, que sabían manejar, se quedaron trabajando, y el resto de ‘servicios varios’, como yo no tengo servicios varios, se mantuvieron siete meses ganando sueldos... Como a mí me compete estructurar la institución les dije que se separen y tomen su liquidación, en el 2012. Ahí murió el tema... Si no hubiese cumplido, ellos no estarían afiliados al IESS y sí lo estuvieron”.

“Lo peor es que nunca trabajaron, en rol estuvieron algunos, pero como fuerza de choque de Homero –López, exprefecto–. Si te nombran de obrero, deberían decirte tractorista, chofer... Me voy como mujer honesta... El mismo término indigna, con ‘nadie’ sacan a la prefecta”.