Llegan las seis de la tarde y las doce chicas de la fundación Beata Mercedes de Jesús Molina, ubicada en Samanes 5, empiezan a recoger los materiales que utilizaron para confeccionar muñecas de trapo. Todas limpian el lugar y buscan otros implementos para cumplir con alguna tarea doméstica. Todas menos una: Marieta.