Un choque de trenes en las afueras de la capital argentina dejó ayer al menos tres muertos y 315 heridos. Las autoridades investigan si fue un accidente o si se debió a la imprudencia del personal ferroviario.

La colisión se produjo en la línea de ferrocarril Sarmiento a pocas cuadras de la estación de Castelar, a unos 32 kilómetros al oeste de la capital, cuando una formación que estaba detenida fue embestida desde atrás por otra de dos pisos. Ambas transportaban pasajeros.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, a cargo del sistema de transporte público, hizo un llamado a la ‘responsabilidad’ a la hora de informar sobre el hecho y señaló que las autoridades determinan si fue un accidente o si se trata de un “siniestro... con responsables”.

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En tanto, decenas de personas inscribieron el nombre de sus familiares en una lista habilitada por las autoridades para localizar a personas desaparecidas tras el choque.

Esta tragedia reavivó las críticas contra el gobierno, que retiró la concesión a la anterior empresa que administraba la línea Sarmiento tras el accidente ocurrido en la estación de Once, una de las más transitadas de Buenos Aires, en febrero de 2012, que dejó 51 muertos y más de 600 heridos.