Datos que sorprenden. Una investigación llevada a cabo en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) permite conocer qué “hablan” los nidos de las aves y en función de su “mensaje” elaborar estrategias para el manejo biológico de las plagas.
Una investigadora, Melisa Márquez, dedicó su tiempo para analizar 39 nidos construidos por cinco especies en distintos ambientes del Delta, como parte de su tesis de grado, informan en InfoCampo.
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Análisis de nidos
Detalla Márquez que:
- el chinchero chico eligió solo los sauces.
 
- el tordo músico y el benteveo rayado nidificaron en álamos y sauces.
 
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- el burlisto pico canela y la ratona común fueron más prácticos: “lo hicieron en todos los ambientes”.
 
Comparan al célebre dragón Chimuelo con esta peculiar ave
“Conocer qué materiales usan nos permite entender sus necesidades y planificar forestaciones o sistemas agroproductivos que mantengan o incorporen esos elementos. Las aves necesitan hábitats diversos y eso también favorece el control natural de plagas”, agrega Márquez, citada en InfoCampo.
¿Qué utilizaron?
- El chinchero chico, las cortezas de los sauces
 
- El burlisto pico canela fue el que más sorprendió: “hallamos bolsas de plástico en todos sus nidos, que parecen usar como aislante térmico”.
 
- El benteveo rayado usó los pecíolos de las hojas de los álamos
 
Control biológico de plagas: las cajas nido
La investigadora plantea “mantener zonas con vegetación nativa o distintos tipos de cobertura dentro de los lotes es fundamental para que se desarrollen y sigan brindando servicios ecosistémicos como el control biológico”.
Como parte de la investigación, centrada en el Delta del Paraná, “buscan crear las condiciones para que las aves encuentren un lugar donde nidificar y alimentarse, dentro de los mismos sistemas productivos”.
La idea es atraer a las aves que se alimentan de insectos dañinos para los cultivos y forestaciones, ofreciéndoles refugio y condiciones adecuadas para reproducirse.
De allí surge la idea de instalar las cajas nido. Estas son descritas como réplicas de los huecos naturales de los árboles.
Sandra Cappelletti, especialista del INTA Delta, destaca en InfoCampo que utilizar las cajas nido “puede marcar una diferencia. En principio, permite reducir la cantidad de tratamientos químicos y sus costos asociados. Además, genera un impacto positivo en la biodiversidad general del sistema”.
InfoCampo resalta que “promover la presencia de aves insectívoras no solo mejora el equilibrio ecológico de los sistemas forestales, sino que ofrece una alternativa viable para disminuir el uso de agroquímicos y sus impactos”.
En opinión de Cappelletti , fuera de la temporada reproductiva, las cajas también sirven como refugio para aves y pequeños mamíferos, como comadrejas.
El Delta del Paraná, situado en las provincias argentinas de Santa Fe y Entre Ríos, cuenta con humedales continentales de origen fluvial y también abarca los territorios de los Parques Nacionales Pre-Delta e Islas de Santa Fe, explica Clarín. El Delta tiene 243.126 hectáreas. (I)
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