Más grande que un autobús escolar y con más peso que un automóvil. Estas son dos características de una gran serpiente de la prehistoria, la Titanoboa, de la que aseguran “dominó” la Tierra hace 60 millones de años.
Esa serpiente existió justo después de la extinción de los dinosaurios. Eran tiempos del Paleoceno (hace unos 58-60 millones de años).
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El descubrimiento
El fósil de la Titanoboa fue hallado por un geólogo colombiano.
Edwin Cadena es ese geólogo, santandereano de origen, especializado en estudios paleontológicos y quien llegó a radicarse en Alemania.
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El hallazgo del fósil lo hizo, junto a su equipo, hacia 2009.
Según Cadena, “el descubrimiento que se hizo del fósil de la Titanoboa es único en Colombia y el mundo, y hasta el momento no existen registros de apariciones de serpientes como estas”.
Para la ciencia, la serpiente es la Titanoboa cerrejonensis.
El geólogo, citado en el site del Instituto Humboldt, explicó que el nombre científico de la especie se debe a que fue hallada en las minas del Cerrejón en La Guajira.
La enorme serpiente que vive en Latinoamérica: mide 6,3 metros de longitud y pesa casi 200 kilos
Cerrejón es una de las minas de carbón a cielo abierto más grandes del mundo, describen en National Geographic.
Por lo que enfatiza que la serpiente “existió únicamente al norte de América del Sur y su presencia es posterior a la época de los dinosaurios”.
La Titanoboa que “reemplazó” a los dinosaurios pesaba una tonelada y medía 14 o 15 metros de largo.
La gigante Titanoboa “no era venenosa”.
Después de la Titanoboa localizaron cocodrilos gigantes, tortugas y grandes hojas.
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Sin embargo, al igual que las boas actuales, era una constrictora, detallan en LA Lotus Festival.
Destacan que, según científicos, la Titanoboa se alimentaba de peces.
En LA Lotus Festival explican que los dientes de esta serpiente, “ligeramente adheridos, estaban diseñados para atrapar presas resbaladizas y que se retorcían bajo el agua”.
Una serpiente ‘termómetro’
El ambiente selvático de hace 58 millones de años “revela que esta serpiente se comportaba como una anaconda, moviéndose con facilidad tanto en la corriente de ríos como en pantanos”: era el mayor depredador de la selva del Paleoceno, divulga National Geographic España.
El científico colombiano explica que “varias de las causas que permitieron la existencia de una serpiente de más de 14 metros de largo y una tonelada de peso, fue consecuencia clara de las altas temperaturas del planeta”.
Eso permitió “un aceleramiento del metabolismo de las especies, generando como resultado un gran crecimiento”.
Desde LA Lotus Festival indican que la Titanoboa, más que la serpiente más grande de la historia , fue un “termómetro viviente, prueba de una Tierra más caliente y volátil”.
Resaltan que la Titanoboa “se convirtió en una cápsula del tiempo”.
Fue clave para los científicos para analizar:
- cómo la vida se recuperó después de los dinosaurios.
- cómo los ecosistemas se remodelaron después de una extinción masiva.
- evidencias directas de antiguos climas tropicales. (I)