Nuestros hábitos diarios tienen un impacto significativo en nuestra salud en general, y la presión arterial no es la excepción. La alimentación, el ejercicio, el manejo del estrés y el descanso adecuado son pilares fundamentales para mantener un corazón sano y una presión arterial bajo control.
Si te han diagnosticado con hipertensión, es fundamental comprender que los medicamentos son solo una parte de la solución, pues existe un hábito de vida en específico que te puede ayudar a prevenir complicaciones en el mediano y largo plazo.
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¿Cuál es el primer hábito para controlar la hipertensión?
De acuerdo con Eating Well, existen varios hábitos saludables que una persona puede integrar a su vida para tener mayor control sobre sus niveles de presión arterial y así evitar un mayor “riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral”.
Mantenerse físicamente activo y controlar el estrés son algunos de estos métodos, pero el más importante es reducir considerablemente el consumo de sodio, un mineral que está presente en la sal y una gran variedad de alimentos, así como las grasas saturadas presentes en alimentos ultraprocesados.
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“Los alimentos ultraprocesados (por ejemplo, patatas fritas, galletas saladas, caramelos, productos horneados envasados y refrescos) suelen tener un alto contenido de sodio, azúcares añadidos, grasas saturadas y conservantes que ayudan a prolongar su vida útil”, indica Eating Well.
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¿Por qué se deben evitar este tipo de alimentos?
“El sodio es un importante factor prevenible de variación de la presión arterial”, afirmó a Eating Well el internista David L. Katz,. “Además del sodio, afirma, consumir alimentos ultraprocesados de conveniencia también tiende a aportar más azúcar añadido y grasas saturadas que pueden aumentar el riesgo de sufrir problemas cardíacos”.
(I)