El aumento de peso no siempre está relacionado con la alimentación, sino que también puede estar asociado a enfermedades subyacentes. Así, por ejemplo, la acumulación de grasa en el abdomen, cara y cuello, podría ser consecuencia de un trastorno hormonal conocido como síndrome de Cushing que afecta a las personas de cualquier género pero con mayor prevalencia en las mujeres.