El plátano o banana es una fruta que se puede conseguir en todas las temporadas del año; además de que su versatilidad hace que sea posible combinarlo con alimentos que van desde una avena caliente hasta un batido.
Es verdad que tiene un sabor muy agradable, pero más allá de eso, también aporta importantes nutrientes como fibra, potasio, magnesio, así como vitaminas C y B6 al organismo; por ende, beneficia a la salud, reseña La Tercera.
¿Es bueno desayunar plátano todos los días?
La respuesta es un gran sí, y es que se trata de una de las frutas más saludables para alimentarse en la primera comida del día.
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Su gran contenido de potasio aporta a la salud del corazón, al tiempo que ayuda a controlar la presión arterial e incluso, los niveles de glucosa. Al ser rico en fibra, promueve una microbiota saludable, disminuyendo el riesgo de sufrir de cáncer de colon. Por otra parte, sus vitaminas ayudan a reforzar el sistema inmunitario.
¿Qué pasa en el cuerpo cuando se come plátano todos los días?
Se trata de una fruta con una gran carga de energía, su alto contenido de magnesio y potasio equilibra la tasa de líquidos en el organismo y ayuda a la recuperación muscular de las contracciones luego de hacer ejercicio; por ende, es ideal comerlo para reponerse durante y después de hacer deporte, explica Welife
Contiene pocas proteínas y lípidos, aunque hay casos en los que pueden superar en la cantidad de estos componentes si se le compara con otras frutas. El plátano amarillo es más suave y más fácil de digerir para aquellas personas que sufren de patologías gastrointestinales.
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En el caso de las personas diabéticas, pueden consumir plátano, ya que, pese a que cuenta con muchos hidratos de carbono, los azúcares de esta fruta se suelen absorber lentamente sin producir una subida estrepitosa de los niveles de glucosa en la sangre.
Por otra parte tiene insulina así como otros frutooligosacaridos encargados de estimular el sistema inmune e incrementan la biodisponibilidad de minerales así como la quema de grasas, algo que minimiza el riesgo de enfermedades degenerativas como la obesidad, la osteoporosis y hasta algunos tipos de cáncer.
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