Para cuidar el hígado, y si se tiene hígado graso aún más, a la hora de alimentarte recuerda incluir las frutas.
La dieta para el hígado graso debe privilegiar el consumo de alimentos frescos y naturales, con una disminución en el consumo de alimentos procesados, informa el sitio especializado Tua Saúde.
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Qué siente una persona que tiene el hígado graso, ¿qué parte del cuerpo es la que te duele?
El Centro Médico - Quirúrgico de Enfermedades Digestiva (CMED), en su página web citan al doctor Gonzalo Guerra, quien recuerda que las frutas tienen capacidad saciante, por su alto contenido en fibra, y “son grandes antioxidantes, lo que hace mejorar el tejido hepático infiltrado en grasa”.
¿Cuáles frutas son las mejores para el hígado?
Entre la variedad de frutas, la doctora Catherine Valderrama pone la lupa sobre 2 y señala que “son importantes para proteger nuestro hígado”.
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Esas 2 frutas son:
1. La manzana
Sea verde o roja… consúmela.
Valderrama, médica cirujana y especialista en medicina funcional, indica que la fibra soluble de las manzanas favorece la digestión y reduce la carga hepática.
La describe como rica en pectina y antioxidantes.
“Ayuda a eliminar los metales pesados y toxinas antes que lleguen al hígado”, informa desde sus redes sociales.
Consumir manzana resulta beneficioso, tanto para prevenir como para ayudar a desinflamar el hígado, apunta Infobae.
2. Frutas cítricas
Expone Valderrama que los cítricos, como naranjas y limones, estimulan la producción de la bilis, lo que facilita la eliminación de toxinas.
Sabes que estas frutas tienen alto contenido de vitamina C y eso, enfatiza la doctora, “combate el estrés oxidativo y protege las células hepáticas”.
En el caso del limón, agrega Infobae, este contiene un ácido llamado limonoato D-anillo-lactona o limonina.
Este compuesto “tiene un efecto protector del hígado, porque es resistente a la deposición de lípidos. Asimismo, tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias”.
Si quieres saber más opciones, el CMED resalta que las fresas, frambuesas, moras, zarzamoras, arándanos, grosellas, es decir, los frutos rojos en general, pueden ser un aliado para mejorar el hígado graso, al aportar antioxidantes, fibra y hierro. (I)
