La carne procesada es aquella que ha sido tratada con salazón, curado, fermentación, ahumado, marinado y adobo entre otros, con el fin de mejorar el sabor y preservar el alimento.

De acuerdo a CuídatePlus, las carnes que suelen ser sometidas a este procedimiento son las de cerdo o la de res; sin embargo también en este grupo pueden estar las carnes de aves, las menudencias o subproductos cárnicos como la sangre.

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Los nitratos y nitritos agregados a la carne procesada para prevenir el crecimiento bacteriano tienen efectos nocivos en el cuerpo.

¿Qué pasa si como mucha carne procesada?

Quienes suelen comer mucha carnes procesadas, tienen más probabilidades de desarrollar problemas de memoria e incluso demencia, este fue el hallazgo de un estudio estadounidenses en el que participaron 130.000 personas con una edad promedio de 49 años y fueron seguidas por más de 40 años.

Por ejemplo, las personas que comían dos rebanadas de tocino o un hot dog a diario, tenían un 13% más de probabilidades de desarrollar demencia que aquellos que rara vez comían este tipo de carne.

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La memoria y otras funciones cognitivas también empeoraron de una forma más rápida y los propios participantes tenían más propiedades si consumían muchos productos cárnicos. Por otra parte, los investigadores estimaron que al reemplazar las carnes procesadas con pescado o proteínas vegetales, el riesgo disminuyó, pero, ¿por qué pasa esto? la respuesta es tan simple como corta: al contener mucha grasa y sal, compromete al organismo.

¿Cuánta carne procesada se puede comer?

El consumo de carne procesada ha generado recientemente un gran debate en la comunidad científica, que concluyó que lo mejor es evitarlas, pero si se hace una tarea cuesta arriba, lo mejor será consumirlas lo menos posible y esto se traduce a un máximo de dos veces por semana. Esto incluye las carnes procesadas y todo tipo de embutidos, desde jamón hasta pavo.

Los alimentos que acompañen a esos embutidos también son importantes, por ejemplo el pan integral, que reduce significativamente el riesgo de enfermedades como el cáncer de intestino.

(I)

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