La diabetes es una condición en la que se debe tener cuidado con la dieta y, en particular, con el consumo de azúcares y edulcorantes.

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Sin embargo, quienes padecen esta enfermedad no deben resignarse a una vida amarga. Existen variadas alternativas que permiten añadir ese toque dulce a los alimentos sin comprometer la salud.

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Las personas diabéticas deben mantener el azúcar normal bien lejos. . Foto: Freepik.

¿Cómo sustituir el azúcar por algo más sano?

El doctor Elías Suvalsky Zarkin, especialista en diabetes, abordó este tema en un video en YouTube. El médico discutió sobre diferentes formas de endulzar los alimentos, desde la miel hasta azúcar morena y otras opciones naturales.

Zarkin comienza señalando la confusión que rodea el uso de edulcorantes en la alimentación. Por un lado, hay una percepción generalizada sobre el azúcar de mesa, y por otro, los edulcorantes artificiales también han sido blanco de críticas.

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El azúcar tradicional no tiene ningún aporte nutricional. Foto: Freepik

“Obviamente la mejor recomendación es no agregarle nada a los alimentos”, comenta el doctor. Sin embargo, añade que, si las personas desean endulzar sus comidas, lo mejor es alejarse del azúcar de mesa o común.

“Este es el azúcar más simple y más procesada de todos. Este tipo de azúcar se absorbe instantáneamente en el cuerpo y causa picos de glucosa. Además, son calorías vacías que no tienen ningún aporte nutricional”, advierte.

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El doctor Zarkin destaca que sus derivados, como el azúcar morena o el mascabado, aunque son menos procesados, tienen efectos similares en el cuerpo.

El especialista también menciona la aparición de alternativas naturales como la miel, el jarabe de arce, el piloncillo y el jarabe de agave.

Si bien estas opciones pueden parecer más saludables, el experto advierte que todas ellas incrementan los niveles de glucosa en la sangre. No obstante, a diferencia del azúcar común, algunas de estas alternativas, como la miel, ofrecen beneficios adicionales al aportar antioxidantes, vitaminas y minerales.

La miel de abeja, aunque más natural, también eleva la glucosa.

Por último, el especialista en diabetes explora el tema de los edulcorantes artificiales. Aunque han sido objeto de controversia, el doctor aclara que existen diversas clases.

Algunos edulcorantes tradicionales, como el aspartame y la sacarina, se encuentran comúnmente en productos dietéticos y han sido vinculados a riesgos para la salud, incluyendo problemas neurológicos y digestivos.

“Hay ciertos edulcorantes que son más viejos como aspartame, acesulfame o sacarina. Desafortunadamente son los edulcorantes más comunes en los refrescos light o sin azúcar y hay muchos estudios sobre su relación con la demencia y diferentes tipos de cáncer. Además de que afectan tu microbiota o flora intestinal”, explica.

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Señala que hay otros edulcorantes, conocidos como polioles o polialcoholes, que tienen un impacto calórico menor y afectan en menor medida los niveles de glucosa.

Ejemplos de estos son el eritritol, lactitol, maltitol, xilitol, sorbitol o manitol, que son utilizados en productos como chicles y galletas sin azúcar, pero su consumo excesivo puede ocasionar efectos secundarios gastrointestinales.

“Una desventaja es que pueden tener un efecto laxante, en grandes cantidades pueden producir flatulencias, inflamación y diarrea”, afirma el doctor.

La stevia, Splenda y el fruto del monje son endulzantes que provienen de fuentes naturales. Foto: Freepik.

En cuanto a la stevia, splenda y el fruto del monje son endulzantes que provienen de fuentes naturales y se presentan como alternativas ideales para endulzar alimentos sin afectar los niveles de glucosa en sangre.

Estas opciones hay que consumirlas con cuidado porque el doctor menciona que ciertos estudios apuntan que tanto la stevia como splenda pueden alterar la flora intestinal. Por esta razón, él recomienda optar por el fruto del monje.

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Además, advierte sobre la importancia de no confiar plenamente en las indicaciones de los empaques, ya que a menudo el contenido de edulcorantes naturales y saludables es inferior o está mezclado con azúcar convencional.

“Si vamos a usar un edulcorante hay que revisar siempre cuáles son sus ingredientes. Ahí vamos a poder enterarnos de toda la verdad”, concluye. (I)

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