La Navidad es reconocida como una época de felicidad y compartir; sin embargo, estas celebraciones también suelen tener un lado oscuro, y es que pueden producir mucho estrés en las personas, debido a la presión por realizar las compras, organizar las reuniones, elegir un regalo adecuado e incluso los conflictos familiares que se producen al momento de reunirse, lo que conduce al agotamiento físico y emocional.