Cuando una tarde agradable le provoque un antojo de helado, prepare este helado suave en 60 segundos.

A diferencia del helado tradicional, que requiere una combinación de fuerza muscular, maquinaria y tiempo, este helado suave mezcla fruta congelada y un poco de productos lácteos en un postre que puede —y debe— comerse al instante. Es ligero y elegante, y la fruta es su protagonista.

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Empiece por escoger el tipo de fruta que tenga una fragancia suficientemente potente como para resistir la congelación. Los duraznos, los higos, los mangos y los plátanos deben estar en su punto más maduro, cortados en trozos que se puedan triturar y congelados en casa. Las fresas, las cerezas y las moras azules quedan muy bien si las compra ya congeladas.

Los elementos cremosos, como el yogur griego, la crema fresca y la crema para batir, le dan textura a este postre. Use solamente una parte por cada tres partes de fruta. La crema para batir ayuda a las licuadoras a triturar las frutas muy duras, pero si agrega demasiada, el helado suave perderá consistencia. Como los antojos son espontáneos por naturaleza, use lo que tenga a la mano, incluso si eso es requesón o el helado congelado de la nevera.

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La decisión de agregar azúcar es polémica. Pero hasta el durazno más dulce necesita un poco para convertirse en un helado suave. Empiece con una cucharadita de azúcar glas para cada taza de fruta, y agregue más al gusto. Los plátanos no necesitan más que eso, mientras que las moras azules y las cerezas suelen requerir al menos 2 cucharaditas por taza. Si usó crema agria o fresca, añada más. Si planea incorporar más cosas dulces, controle sus impulsos. La ligera acidez distingue a este helado de los que puedes comprar en una tienda.

Puede agregar pedacitos de chocolate amargo, jengibre acaramelado, nueces y galletas antes de terminar el helado, y con unas cuantas pulsaciones a la licuadora quedarán triturados e incorporados. Las mermeladas, los cuajados de cítricos y las cremas de nueces se pueden mezclar con una sola pulsación.

Sírvalo en copas frías, que puede guardar en el refrigerador mientras bate la crema que pondrá encima. Esta puede quedarse en reposo durante 30 minutos antes de perder su encanto batido. Pero apúrese: a temperatura ambiente, se derretirá en diez minutos. Tal como todas las vivencias efímeras, debe disfrutarse mientras dure.

Helado suave en espiral con fresas y ajonjolí

Rinde para 2 porciones (unas 2 tazas)

Tiempo total de preparación: 1 minuto

Ingredientes:

2 tazas de fresas congeladas

1/2 taza de yogur griego de leche entera

2 cucharadas de crema para batir

2 cucharadas de tahini

4 cucharaditas de azúcar glas

1/4 de taza de halva de ajonjolí y más para adornar

Preparación:

1. Coloque las fresas, el yogur, la crema, el tahini y el azúcar en una licuadora o procesador de alimentos, y mezcle, raspando los costados conforme sea necesario, hasta que se forme una consistencia suave.

2. Desmorone la halva (masa preparada a base de sésamo, girasol o ajonjolí) encima y revuelva para distribuirla. Sirva en copas frías con más halva desmoronada encima. Cómalo de inmediato.