"Crecí en Internet. Desde Baton Rouge, Louisiana (Estados Unidos), pude ver cosas a las que normalmente no habría tenido acceso si no hubiera tenido una computadora: todos esos diferentes tipos de música y de referencias estéticas. Buscaba moda, lo que para un chico no era necesariamente algo en lo que mis padres querían que me fijara”, escribió el diseñador Christopher John Rogers para la revista Vanity Fair, recordando el origen de su amor por esta industria que el año pasado lo reconoció como Diseñador emergente, premio otorgado por el Council of Fashion Designers of America (CFDA), comparado con el Óscar del mundo de la moda.