Durante la pandemia de coronavirus, desinfectar los objetos que usamos a diario se volvió un tema de gran importancia. Entre los artículos que no debemos dejar de limpiar adecuadamente están nuestros lentes, para mantenerlos libres de virus, bacterias y evitar que se deterioren o dañen.

Aunque para higienizar usamos constantemente alcohol o gel antibacterial, estos son productos que no deben usarse para limpiar los lentes. "El alcohol posee sustancias abrasivas que dañan el armazón y las capas antirreflejo de las lunas. En el caso del armazón, este puede volverse más opaco o perder su brillo natural cuando se limpia con alcohol; en las lunas, el antirreflejo puede empezar a desprenderse y adicionalmente pueden volverse opacas", señala Karla Aguirre, optómetra de óptica Los Andes.

Debido al daño que el alcohol puede causar a nuestros lentes, si no les damos el mantenimiento adecuado, podría llegar a ser necesario que los cambiemos con mayor frecuencia que antes. Johann Márquez, optómetra de óptica Suárez, señala que hay pacientes que creen que sus lentes resultaron de mala calidad, sin percatarse de que se han deteriorado por los efectos del uso de este desinfectante.

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Por esto, el especialista recomienda que, para higienizarlos, debemos lavarlos con agua y jabón neutro, que podemos llevar siempre con nosotros para realizar este proceso cuando lo creamos necesario.

Aguirre, quien coincide con lo mencionado con Márquez, explica que el procedimiento correcto para lavar los lentes es primero colocarlos bajo el chorro de agua durante unos 10 o 20 segundos, luego se aplica el jabón y se los enjuaga. El secado se lo realiza con un paño suave, de preferencia que sea de microfibra.

Al seguir estos pasos, no solo se evita que las lunas se rayen (porque el chorro de agua retirará el polvo de la superficie), sino que se logra desinfectar integralmente los lentes de virus, bacterias o impurezas.

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La especialista sugiere además que evitemos manipular constantemente los lentes y, en caso de que tengamos que retirarlos de nuestro rostro, nos lavemos las manos previamente y así evitamos contaminarlos. Señala que actualmente existen lunas que no se empañan con el uso de la mascarilla, lo que ayuda a que no tengamos que limpiarlos y tocarlos frecuentemente.

Márquez señala que, aunque creamos que son menos agresivos, hay que tener cuidado con el uso de toallitas o paños húmedos, ya que estos también pueden contener alcohol y de igual forma dañar ls lunas de nuestros lentes. (I)