En noviembre de 1992, durante una visita a Corea del Sur, el príncipe Carlos de Inglaterra expresó lo conveniente que sería para él tener dos esposas, es decir, dos Dianas que cubrieran ambos lados de la caravana real y saludaran a la multitud, mientras él permanecía en el centro solo dirigiendo la operación. Aunque su comentario fue recibido como una broma por los asistentes, sí tenía un origen auténtico: la fascinación que la presencia de la princesa provocaba en el público en cada una de sus apariciones, todos querían estar del lado correcto de la calle para verla pasar y no en el lateral de Carlos.

Veintiocho años después, la audiencia sigue esperando ver aparecer a la inolvidable Diana Spencer en la nueva temporada de The Crown (Netflix), esta vez interpretada por la actriz británica de 24 años Emma Corrin, a quien se le ha advertido que se prepare para que, luego del estreno del 15 de noviembre, su vida cambie con la fama, igual como le ocurrió a la princesa.

Aunque es relativamente nueva entre sus colegas (Olivia Coleman, en el rol de la reina Isabel; Helena Bonham-Carter, como la princesa Magarita, y Tobias Menzies, quien da vida al príncipe Felipe), Corrin cautivó a todos desde el primer momento, retratando a Diana como una adolescente tímida y recatada junto a un príncipe Carlos interpretado por Josh O'Connor. Durante los diez episodios, Corrin llevará a Diana de ser una joven de 16 a una mujer de 28 años mucho más segura e independiente.

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Uno de los momentos más espectaculares de la filmación ocurrió cuando el equipo vio aparecer a la actriz luciendo una réplica del vestido de novia de Diana. “Salí y todos se quedaron completamente en silencio. Fue una reacción espeluznante, más potente que por cualquier otro atuendo que haya usado en la serie, es tan... es ella", recordó Corrin, quien aún vive en un departamento arrendado junto con tres amigos de su universidad, que no son actores, como una manera de mantenerse con los pies sobre la tierra.

Esta es solo una de las escenas más esperadas de la cuarta temporada que se ubica a finales de la década de 1970, con una familia real muy preocupada por salvaguardar la línea de sucesión y por encontrar una pareja apropiada para el príncipe Carlos, quien sigue soltero a los 30 años. Su romance con Lady Di se tejerá en medio de una nación con tensiones políticas introducidas por Margaret Thatcher (Gillian Anderson), la primera mujer ministra de Gran Bretaña.

"Es cada vez más extraño a medida que se acerca el estreno. Tengo mucho miedo de perder mi anonimato", dijo Corrin en una entrevista para la CBC desde Londres. "Creo que lo he dado por sentado hasta este momento y tal vez pensé en la fama y estar en el ojo público como algo bastante divertido y tonto que acompañaría a este increíble trabajo que tengo la suerte de tener".

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Su actuación más reciente fue en la serie Pennyworth (2019), inspirada en Alfred, el mayordomo de Bruce Wayne y en cómo llegó a trabajar para su padre.

Transformarse en Diana

Si dices su nombre, instantáneamente tienes su imagen, tienes su voz, tienes sus gestos. Es una cosa muy intimidante a la que enfrentarse", dijo Corrin para la revista Elle UK al reflexionar en las demandas que tuvo que cumplir para ajustarse al rol. Esto incluyó un entrenamiento para transformar su voz y acento, así como sus gestos y movimientos frente a la cámara. Sin embargo, el trabajo principal se centró en la psicología del personaje y en entender el efecto que cada acontecimiento de su vida tuvo sobre ella, a nivel muy personal. Esto fue clave, de acuerdo con la actriz, para interpretar a plenitud el guion de Peter Morgan, creador de la serie que debutó en 2016 en Netflix.

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Josh O'Connor asume nuevamente el papel del príncipe Carlos.

Parte de convertirse en Diana es también representar su estilo, aunque su adolescencia no haya sido exactamente glamorosa. “¡Usaba overalls amarillos! Pero el vestuario y las pelucas tuvieron un efecto muy grande en la trayectoria de su personaje durante cada capítulo. La conocemos vestida como un árbol cuando tiene 16 años y luego la dejamos con ese vestido tan increíble (se presume que se trata del vestido negro corto de terciopelo que lució en 1994 poco antes de que Carlos apareciera en un documental televisado admitiendo su infidelidad) cuando se convierte en una mujer. Su ropa cuenta su historia hasta llegar a una época en la que ya habla por sí misma”, detalló la actriz graduada de la Universidad de Cambridge. “El vestuario muestra que ella no siempre fue de hombreras o trajes sastre llenos de poder”.

En un plano más íntimo de la princesa, la bulimia que la aquejó por años también está presente en el relato de una manera muy apropiada, de acuerdo con Corrin, aunque también admitió que fueron escenas muy duras de interpretar. En esta misión le resultó especialmente útil el documental Diana: In her words (también en Netflix) en el que, con la voz original de Diana, se puede escuchar su interpretación muy personal de los diversos sucesos de su vida, incluyendo los episodios que sufrió por su desorden alimentario.

Pese a toda la preparación oficial, es posible que Corrin haya llevado su vida entera alistándose inconscientemente para este papel, pues su propia madre tiene un gran parecido físico con la princesa, según reveló para Vogue. Y aunque ella tenía solo un año de edad cuando Diana murió en un accidente de tránsito en Francia, creció bajo la influencia de su imagen. “Mi mamá y yo solíamos sentarnos en los cafés y decir algunos diálogos con su voz que no es fácil de lograr. ¡Mis compañeros de escuela bromeaban mucho con el parecido!”.

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Finalmente, en siete días, todos tendremos la primera fila para recordar a la princesa que nunca deja de emocionar.