Gaby tiene 15 años, pero ya ha tenido que denunciar la utilización de sus datos para la creación de perfiles falsos en Facebook. Ha conseguido detenerlo y cerrar esas cuentas reportando la irregularidad con la ayuda de sus amigos, pero sabe que otras denuncias no tienen igual suerte, en especial cuando se trata de lenguaje inapropiado, mensajes de odio, racismo o discriminación.