Yes, I have ghosts (Sí, tengo mis fantasmas), lanzada en julio del 2020, es la primera canción original de David Gilmour en cinco años. Fue escrita por su esposa, Polly Samsons, inspirada en su nueva novela A Theatre for Dreamers y la voz de su hija, Romany, se une a la de su papá en la interpretación. “Estaba trabajando en esta canción justo cuando entramos en el encierro y tuve que cancelar una sesión con los cantantes de apoyo (backup), pero resultó que la solución estaba aquí y no podría estar más feliz con la forma en que la voz de Romany se mezcla con la mía y su hermosa arpa ha sido otra revelación", dijo Gilmour en su sitio oficial.

La última vez que lo vimos sobre un escenario y de gira mundial fue en el anfiteatro de Pompeya, donde ofreció dos presentaciones en 2016 para promocionar su disco Rattle That Lock (2015). “En el momento en que se planteó la idea de tocar en Pompeya, dije, adelante. Claro que sí. Pensé que nunca lo conseguiríamos. No pensé que lo permitirían, pero lo intentamos y lo logramos”, dijo sobre el show que subió gratis a YouTube por tiempo limitado para que sus fanáticos lo disfrutaran durante el aislamiento.

Gilmour ya había visitado ese escenario romano como miembro de Pink Floyd donde la banda grabó un documental musical en 1971. “El minuto en que Polly y yo pisamos el anfiteatro me trajo todo tipo de recuerdos de los tiempos que pasamos cuando estuvimos allí la primera vez. Es sorprendente que hayamos sacado algo tan bueno en cuanto a sonido como lo hicimos en el pasado, haciendo toma tras toma bajo el ardiente sol. Entonces, sí, había todo tipo de recuerdos y fantasmas merodeando por ese lugar”, comentó Gilmour en una entrevista refiriéndose al tiempo que compartió con Roger Waters, también de Pink Floyd, con quien mantiene una evidente disputa y alejamiento. Rogers llegó a afirmar en una entrevista para Rolling Stone que Gilmour “cree que él es Pink Floyd y que yo soy irrelevante”.

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A quien Gilmour sí recuerda con cariño de su época en Pink Floyd es al guitarrista Syd Barrett, quien falleció en 2006 por complicaciones de cáncer de páncreas. Durante una serie de transmisiones realizadas desde la cuarentena en su hogar, Gilmour le rindió homenaje interpretando dos de sus canciones que Barrett lanzó como solista: Octopus y Dominoes.

Por ahora, la canción Yes, I have ghosts se mantiene únicamente como sencillo. El último disco completo de Gilmour fue On an island (2006), el tercero desde la separación de Pink Floyd.