"Un laboratorio bioquímico", solo así podríamos comparar las funciones del hígado dentro del cuerpo humano. Este órgano se asocia así por cumplir más de 500 funciones distintas, que van desde la depuración de sustancias tóxicas, el control del sistema de coagulación de la sangre, hasta el control del sistema inmunológico.

Además de estar inmerso en todos los procesos de metabolismo de nuestro organismo, también aporta al almacenamiento de vitaminas y de glucógeno en forma de azúcares que ayudan a las personas a generar la energía que necesita el cuerpo, la formación de bilis y los procesos digestivos, también están entre los aportes de este vital órgano.

Pero este multifuncional órgano está expuesto a muchos riesgos, y requiere de cuidados específicos para evitar alteraciones o desequilibrios en el organismo, como por ejemplo:

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  • Problemas de coagulación
  • Irregularidades en los procesos hormonales
  • Inflamación de los canales biliares
  • Problemas digestivos

Síntomas de alerta:

De acuerdo con el Dr. Gregory Celis, Director Médico de Laboratorios Bagó, las principales señales de alerta de que el hígado no está funcionando de manera adecuada, son las siguientes:

  • Cansancio
  • Falta de ganas y ánimo para hacer ejercicio o actividad física
  • Color amarillento en la piel o en la parte blanca de los ojos
  • Orina de color obscuro
  • Picazón en la piel sin causa aparente
  • Pérdida del apetito
  • Náuseas o vómitos
  • Hinchazón y dolor abdominal
  • Sangrados esporádicos
  • Moretones que aparecen ante un golpe leve

Pautas para el cuidado del hígado:

El profesional de la salud antes mencionado también comparte en este artículo, nueve de las más importantes recomendaciones para proteger la salud del hígado y evitar complicaciones futuras.

Una dieta equilibrada: Parece obvio, pero se complica para muchos, mantener una buena alimentación es una pieza clave para el cuidado del hígado, una combinación saludable, acompañada de una ingesta apropiada de verduras, legumbres, frutas y cereales ayudará al hígado a mantenerse libre de toxinas.

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Evitar el excesivo consumo de grasas: El hígado graso está entre causas comunes en enfermedades hepáticas, dado que estas alteran la función metabólica del hígado, provocando una inflamación o la obstrucción de los canales biliares. Por ello, el especialista médico de Laboratorios Bagó, recomienda que la cantidad que se ingiera de grasas sea controlada, con un consumo de entre 40 a 70 gramos, lo que equivale al 20 o 30% del total de las calorías requeridas diariamente.

Beber grandes cantidades de agua: algo tan simple como el agua también ayuda a mantener un hígado saludable, y esto se debe a que muchos de los procesos metabólicos necesitan de la presencia de hidrógeno y oxígeno, elementos hallados en el agua, a través de un proceso llamado hidrólisis.

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Evitar el consumo de alcohol: Se sugiere eliminar el consumo de alcohol por completo, ya que el exceso del mismo puede generar daño hepático severo (cirrosis).

Controlar la ingesta de medicamentos: De acuerdo con el Dr. Celis, el consumo de medicamentos solo debe ser orientado bajo prescripción y vigilancia médica. El abuso de los mismos por automedicación puede desencadenar en una falla hepática. Además, se recomienda evitar el uso de medicamentos que producen toxicidad al hígado (hepatotoxicidad), como por ejemplo la paracetamol en dosis muy elevadas o sustancias como los pesticidas, etc.

La práctica regular de ejercicio: Esta es otra forma sencilla para asistir al buen funcionamiento de todos los órganos, y por tanto, contribuye a mantener un organismo saludable.

Tener cuidado con las dietas detox: El término detox significa que una persona se abstiene del consumo o elimina de su cuerpo sustancias tóxicas o poco saludables. Desde el punto de vista del consumo de antioxidantes, frutas, verduras, y evitar la ingesta de licor se puede decir que sí es recomendable, siempre y cuando la persona no deje de alimentarse apropiadamente.

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Lo que no es correcto, enfatiza el Dr. Celis, es considerar que “las dietas detox” reemplazan los nutrientes necesarios que requiere el organismo. El abuso de este tipo de dietas puede traer varios peligros como la pérdida de masa muscular, la generación de cálculos renales, la falta de minerales y vitaminas, el consumo de sustancia artificiales convencidos que son de origen natural, etc. “Hay más inconvenientes que beneficios si no equilibramos lo que ingerimos”, señala el especialista.

Controles médicos regulares: Prevenir podría librarnos de graves complicaciones a futuro, se recomienda una visita al médico por lo menos de manera anual, no solo para cuidar para los cuidados del hígado, sino para todo el organismo.

Cuando se incumple en los cuidados, y se presentan las señales detalladas es importante acudir a un médico especializado y realizar los exámenes respectivos para determinar el estado actual del hígado e iniciar el tratamiento más adecuado. (S)