​El distanciamiento social como medida para disminuir la propagación del COVID-19 puede ser muy difícil para los adolescentes, ya que los hace sentir desconectados de sus amigos.

Muchos también le hacen frente a grandes desilusiones como las cancelaciones o aplazamientos de graduaciones, bailes de graduación, temporadas deportivas, visitas a las universidades y otras actividades planeadas por largo tiempo.

Y frente a estas pérdidas, los chicos pueden encontrar poca empatía a su alrededor, porque los adultos tienden a tildar los intereses de los jóvenes como meras frivolidades.

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​Los adolescentes que se sienten tristes, deprimidos, desesperanzados, nerviosos o enojados quizá necesiten de más ayuda. Pregunte a su pediatra si la salud social y emocional de su adolescente puede ser evaluada durante una visita médica virtual.

Manténgase alerta a las señales de problemas de salud mental en los adolescentes como irritabilidad constante, cambios en el peso corporal o hábitos del sueño, pensamientos repetidos de acontecimientos desagradables y conflictos con amigos o familiares.

¿Y qué se puede hacer sobre el uso de los medios? Aunque establecer límites continúa siendo importante, es comprensible que, bajo estas circunstancias inusuales, el tiempo que su adolescente pasa frente a las pantallas aumente. Trabajen juntos para crear un plan que abarque tiempo virtual y otras actividades sin dispositivos.

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Créeles una nueva estructura familiar y social

Es necesario reinventar, opina la psicóloga y orientadora familiar Toyi Espín de Jácome. “No solo usamos esta palabra para asuntos de emprendimiento profesional, sino también familiar”.

Ante la falta de viajes familiares, reemplácelos por un buen juego de mesa donde toda la familia participe y se integre. Los juegos y campeonatos de fútbol entre amigos tendrán que esperar, pero mientras tanto puede haber torneos en el patio entre padres e hijos, ejercicio físico y rutinas, juegos de baloncesto. Las clases virtuales son el espacio para visitar a los amigos y compañeros.

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“Los padres de hijos adolescentes deben respetar los espacios de ellos”, dice la orientadora, “cuando quieran pasar momentos solos en su habitación para comunicarse con sus amigos, es parte de los cambios que experimentan ellos. Debemos enseñar a nuestros hijos a ser más fuertes y sacar provecho de lo que tenemos en el momento y aprender a vivir con fe. Esto significa, también, realizar ejercicios espirituales que llenen el alma”.

Las ideas y aportes de los adolescentes con relación a la toma de decisiones los ayudarán a sentirse incluidos e importantes, por ejemplo: involucrarse en el negocio familiar. Apoyarlos moral y financieramente con proyectos que tengan en mente.

“Otras de las cosas que han dado resultado”, dice Espín, “es mantener el orden y las rutinas diarias, desde el momento en que se levantan hasta que se acuestan; los ayuda a sentirse más seguros y confiados”. Asigne tareas y responsabilidades en casa: sacar la basura o limpiar la cocina.

Ayude a su adolescente a establecer nuevas rutinas

  • Mantenga un horario de actividades que funcione con el aprendizaje virtual. Si ayuda, deje que duerma un poco más.
  • Así como en los salones de clases, los teléfonos deben estar apagados durante el trabajo escolar. Mantenga la televisión apagada y limite el tiempo que pasan viendo noticias. Programe pequeños descansos y una hora para almorzar.
  • Permita tiempo de inactividad. Es normal que los adolescentes anhelen privacidad de sus familias. Deles espacio para estar solos, tiempo para la creatividad, la música y para hablar con sus amigos virtualmente.
  • Hable con su adolescente sobre por qué evitar los cigarrillos electrónicos y fumar, por ejemplo. Los expertos advierten que estos hábitos pueden perjudicar la salud de los pulmones y la función inmunitaria, aumentando el riesgo del COVID-19. (Healthy Children/DV)