En otros tiempos, el uso de la mascarilla era sinónimo de estar en algún espacio médico, trabajar en esta área o guardar un aislamiento preventivo. En el 2020, los tapabocas se han convertido en una prenda más de nuestro vestuario y en una de las medidas obligatorias de prevención y de uso para cumplir con nuestras actividades mientras estamos en la calle.