Si los adultos comienzan a desesperarse por salir, lo mismo le ocurre a los niños, quienes piden ir a jugar, ver a sus amigos o hacer algo diferente. Sin embargo, salir en este tiempo no es una opción. Por esta razón, es necesario que los padres o quien esté a cargo de los niños se preocupen por su tiempo recreacional, obligándose a desarrollar su creatividad para entretenerlos.