Las intensas lluvias acompañadas de tormentas eléctricas que cayeron el miércoles y viernes pasado en Guayaquil ocasionaron que varios sectores no cuenten con el servicio de energía eléctrica.

A través de redes sociales, los usuarios se quejaron que esto podría provocar daños en sus electrodomésticos. Debido al fenómeno climático se reportaron daños en transformadores y caída de árboles que afectaron los cables eléctricos.

Holguer Noriega, ingeniero en electricidad, explicó que la mejor manera y económica para contrarrestar los efectos de una tormenta eléctrica son los pararrayos.

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Un pararrayos es un mástil metálico (como aluminio, cobre, acero inoxidable) con un cabezal ubicado en las partes más altas de un edificio. Este va conectado a un punto de tierra eléctrica (formada por placas de metal enterradas) por medio de varios cables de cobre.

Daniel Faour, gerente general de la Casa del Cable, señala que este sistema de pararrayos es seguro cuando todos sus elementos cumplen con las respectivas normas, tanto en características como en instalación.

“Es importante recordar que muchos instrumentos son vulnerables a las descargas eléctricas, sobre todo en el sector de las telecomunicaciones, electromecánicas, automatización de procesos y servicios, más aún cuando hay una tormenta eléctrica”, indicó.

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De acuerdo con Faour, en Guayaquil solo el 25 % de los edificios cuentan con sistemas de pararrayos.

Rayos, truenos y relámpagos: ¿Cuál es su origen?

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Estos elementos metálicos se deben conectar a un circuito separado a tierra y también se puede instalar en viviendas. Es más probable que un rayo caiga en un edificio alto que en una casa.

"Las variaciones de voltaje se dan por algunas causas, entre ellas la caída de un rayo, que es un evento transitorio (es decir que es muy rápida en aparecer y desaparecer)", expresó Noriega.

Uno de los consejos para prevenir los daños por cambio de voltaje es la compra de un supresor de picos de voltaje, equipo que desvía la energía de eventos transistorios al sistema de tierra de manera que ese pico de voltaje no llegue a ningún equipo importante, haciéndolo que no lo descomponga y tenga más tiempo de vida. Estos equipos pueden tener un costo desde los 15 dólares.

Otra opción también son los reguladores de voltaje si es que no quiere hacer la instalación en la acometida. Existen de varios tipos como tomacorrientes o regletas.

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Noriega señala que el sistema eléctrico debe revisarse cada cinco años al menos o cada 10 como una obligación. Esto puede permitir la identificación de algún evento y la situación de los materiales de los cables que con el tiempo pierden sus características conductivas.

"A veces una mala manipulación o instalación inicial de tomacorrientes puede causar que las borneras (elementos donde van los tornillos) estén flojas. Esto ocasiona calentamiento y daño al equipo", refirió.

También recomienda que las revisiones eléctricas la realice un experto en electricidad y que los equipos tengan una protección a tierra como los enchufes de tres patas (la del medio es para tierra y tiene como objetivo salvaguardar la seguridad de las personas). Esto último servirá si el circuito de la casa tiene protección a tierra. (I)