Cuando hicimos la selección, esa foto de la portada en blanco y negro que tienen hoy en sus manos en esta edición, me llamó la atención por su originalidad. Uno asocia más a Frida Kahlo con los fulgurantes colores de sus varias obras maestras, pero la actriz Flora Martínez tenía sus razones al hacer las fotos en blanco y negro: la misteriosa personalidad de la genial pintora es recreada en el Teatro Sánchez Aguilar esta semana y es el reto de la artista escénica adentrarnos en los turbulentos aspectos de una personalidad arrebatadora que marcó la historia de las artes mexicanas.
Hasta qué punto esa ardiente existencia se confunde con sus procesos creativos es imposible delimitar. Quizás los críticos acierten más en sus análisis, pero nunca olvidemos que hay muchos personajes en las actividades más dispares, donde la fuerza de su carácter no necesariamente va ligada a una creación artística.