El mundo de la moda está evolucionando. Una muestra de ello es <strong>la fabricación y compra de prendas de bajo impacto ambiental,</strong> como también la ropa de segunda mano, <strong>alcanzaron el 75% de popularidad en internet </strong>con un aproximado de 27000 búsquedas, según informó Lyst, una plataforma que analiza las tendencias más influyentes en las redes sociales.Y <strong>la industria del modelaje con sus pasarelas principales</strong> en las cuatro capitales de la moda en el mundo: Nueva York, Milán, París y Londres, <strong>se vuelven cada vez más diversas</strong> –<strong>de los 7390 modelos participantes</strong> en las 215 pasarelas principales de las últimas colecciones Primavera 2020, de acuerdo con el reporte periódico de The Fashion Spot, <strong>el 41,5 % fueron modelos de color</strong>– sirve preguntarse: ¿qué ocurre dentro del país?Específicamente, <strong>¿cómo es la industria del modelaje para los modelos ecuatorianos?</strong> Los maniquís hablan y ese es el caso de la modelo internacional <strong>Nathaly Quiñónez</strong>, esmeraldeña de 24 años que, en resumen, ve el <strong>modelaje local como “una escena en crecimiento, a la cual le falta aún, pero ya empezamos a dar los primeros pasos”.</strong>Son las dieciséis horas de una calurosa tarde en Guayaquil. Sentados frente a una mesa redonda, <strong>Carmen Mina,</strong> de 22 años, y<strong> Espartaco Córdova</strong> (19), de la agencia de modelos D. I. S. Management, los hermanos <strong>Chris (18) y Natasja Lagerweij </strong>(25), el cantante y modelo <strong>Hansel Abreu</strong> (20) y Quiñónez opinan que “la moda en el país es pequeña” y aunque “hay dos o tres agencias que intentan buscar conexiones internacionales, no abastecen todo el mercado”.“Ha ido desarrollándose potencialmente”, expresa Natasja, quien posee un título como psicóloga organizacional y estudios en idiomas porque “trabajar solo como modelo no es fácil”. “Por eso la cantidad de modelos profesionales es limitada”, puntualiza la modelo con ocho años de experiencia.Quiñónez, por su parte, pone en contraste su reciente experiencia<strong> en Buenos Aires, donde asegura: “el nivel era tan profesional que los modelos estaban asegurados y había castings diarios”.</strong> Dentro de nuestro territorio pululan los agentes libres (personas sin contratos con agencias de modelaje que consiguen contratos por sus propios medios), otro punto a comparar con el mercado internacional.“En otros países si no estás agenciado es imposible conseguir campañas”, coinciden los seis profesionales de esta área, quienes, de acuerdo con lo expresado, pueden facturar hasta 2000 dólares en un mes, como también facturar cero dólares al siguiente.<strong>Diversidad </strong><strong>“Debemos recordar que fuimos colonizados y gracias a eso nos quedamos con la idea de que lo blanco es lo máximo”, dice Mina</strong>, estudiante de Diseño de Moda y modelo desde hace cuatro años. “Y eso se refleja en las campañas”, agrega, puntualizando que la diversidad no solo recae en lo racial, sino en los diferentes tipos de cuerpo, edades e identidades de género.Estefanía Cardona, especialista en Marketing y Comunicación de Moda, editora del portal web Lifestyle Kiki, considera que <strong>el mercado de modelos en el país es manejado por personas que tienen una idea cultural de la moda construida a partir de los años 70 u 80. </strong>Debido, en parte, a las publicaciones en las revistas y pasarelas internacionales de aquel entonces, además de las primeras boutiques en el país. “Esos fueron los primeros contextos y espacios que crearon nuestro ideal de moda y de alguna manera nos hemos mantenido en ese aspiracional”, explica Cardona.A través de una llamada telefónica desde Quito, la experta recuerda el caso puntual de Quiñónez, “una de las mejores modelos del Ecuador”, dice.<strong>“El país tiene 7,2 % de población afroecuatoriana y no la contrataban porque creían que no representa al target de las marcas”, expresa la bloguera.</strong> “Ella viaja a Argentina, donde casi no hay población afro y la contratan más en tres meses de lo que la contratan acá. Pensamos que la moda está reflejada en el estatus social”, culmina.La tarde en Guayaquil continúa calurosa. Luego de casi una hora de charla, los seis modelos con campañas de marcas nacionales como Gustavo Moscoso, Vasari o DePrati, llegan a un consenso: <strong>“deberíamos manifestarnos diferente a otros países, pensar en nosotros mismos”.</strong> (I)