Si alguna vez ha escuchado que al morir una persona le siguen creciendo las uñas y el pelo, tenemos que decirle que solo se trata de un mito. Según la doctora en dermatología Doris Day la piel se deshidrata al morir, lo que causa que se encoja y exponga las partes de las uñas y el cabello que alguna vez estaban bajo la piel, haciendo que parezcan más largas que antes.

Las uñas crecen cerca de 0.1 milímetros al día  y para que estas partes crezcan necesitan de glucosa. Una vez que el cuerpo muere, ya no produce glucosa, así que las células capilares, pilosas y de las uñas dejan de regenerarse. Esto hizo que algunos expertos se confundieran antiguamente, como si hubiera un crecimiento post-mortem, pero es todo una ilusión: no queda actividad material u hormonal para inducir el crecimiento de las uñas o del pelo.

Respecto al pelo, que crece solo por diez minutos más luego de que una persona ha fallecido. Es bastante similar a los órganos en donación que deben de ser removidos de los cuerpos 30 minutos después de fallecer. El médico José María Domínguez, experto de unidad de cuidados intensivos, explica que después  de la parada cardíaca los órganos dejan de funcionar en tiempos diferentes; por ejemplo, la piel queda intacta hasta las 24 horas.  Según el clínico, las uñas pueden crecer sólo 0.1 milímetros y el pelo aproximadamente 0.3 después de fallecer, esto se debe a que el cuerpo se convierte en una especie de cultivo y esto genera fibras de queratina por varias horas. 

Publicidad

Existen muchos mitos alrededor del cuerpo humano como que solo se usa el 10% del cerebro,  que raparse el pelo hace que crezca más rápido, leer con poca luz daña los ojos, pero según los expertos quedan en puras especulaciones. (I)