Este lugar tan mágico tiene una singular leyenda relacionada con su nombre, Huacachina, que en quechua significa “mujer que llora”. ¿Quién lloró tanto? Pues una hermosa mujer de ojos verdes se entristeció de tal manera por la muerte de su amado, un valeroso general en tiempos del Incanato, que con sus lágrimas quedó formada esta magnífica laguna de tono verdoso sembrada en pleno desierto del peruano departamento de Ica.