Gabriel Urzúa (John Lennon, protagonista)

‘John es el único ídolo que tengo’

¿Eres fanático a nivel personal de John Lennon? 

Es el único ídolo que tengo, de hecho. Supe de él de chico, influenciado principalmente por mi papá, algo que seguro les pasó a muchos. Y de ahí, después me orienté a ver al Lennon solista, su carrera y su trabajo tras la separación de Los Beatles. 

¿Con qué actitud recibes la posibilidad de interpretar a esta leyenda? 

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Al aceptar el proyecto fui consciente del gran desafío que significa representar y poner en escena a Lennon. Con mucho entusiasmo y mucha alegría me volqué a su trabajo a través de esta obra y fue genial. Me ha permitido estudiarlo desde otro ámbito,  agarrar al humano, al artista y poner todo a través de ese estudio para interpretarlo. Tomando cada una de las escenas propuestas por el texto de Claudia Hidalgo, fuimos buscando junto con Natalia y Pepa (directoras) cómo abrir cada escena y darnos el espacio de volar en ella. La obra que presentamos ocurre en un espacio  que es la casa de John Lennon, pero también nos abrimos a la posibilidad de entrar en otros mundos que van corriendo en paralelo. 

 Gabriel Urzúa se transforma en John Lennon.

 

¿Qué incluyó tu preparación para este rol?

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Fundamentalmente, en trabajar con la música, con las letras, tratar de entender su época y hacia dónde iban cada una de sus canciones. Y por otro lado, el día de su muerte. Con relación a la música, la preparación también incluyó tratar de igualar su sonido, sus géneros musicales. Detrás de eso está mucha gente que trabaja conmigo, como Juan Pablo Ortega y Felipe Martínez, entre otros que han trabajado en el sonido de la obra. Con este grupo fuimos descubriendo cómo igualar el sonido de la época, los filtros de su voz, y ha sido un gran trabajo de investigación. Además, he indagado en el aspecto psicológico del personaje, de este exbeatle revolucionario, que tuvo una infancia torcida, con la muerte de su madre, sin padre… tratar de recoger un montón de factores que puedan configurar su psicología.

¿Cuál es la canción que representa para ti un mayor desafío de interpretación?

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Mother, porque es una canción que juega con la voz rota. Y por supuesto, no es fácil de hacer cuando tienes funciones diarias. Presentar una función tras otra implica quebrar la voz muy seguido. Sin embargo, tiene un peso emocional tan hermoso y expuesto que trabajar con este tema me genera un efecto maravilloso. Es una hermosa canción y cada vez que me toca cantarla genera una tensión interesante en mí. 

¿Qué expectativas tienes de la presentación en el Teatro Sánchez Aguilar?

Tengo las mejores expectativas y muchas ganas de conocer al público del Teatro Sánchez Aguilar, al menos en esa conexión que se genera cuando uno está actuando y el otro te ve; de espectador a actor. Y espero que sea de corazón abierto,  que es algo que propone la obra.

Natalia Grez y Pepa San Martín (directoras del musical)

‘Este espectáculo es una invitación a sentir su música'

Foto: Juan Ignacio Severin

Hay varias películas sobre la vida de John y Los Beatles, ¿por qué escoger contar el último día de este artista? 

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La muerte es uno de  los actos más humanos e incógnitos que tenemos y a través de ella plasmamos una historia cercana y reflexiva de la vida de este artista. Todos conocemos el final de esta historia, por eso partimos desde ahí. Ese es nuestro inicio que va avanzando como un espiral hasta llegar al núcleo, al ser humano.

 ¿Cuál es uno de los desafíos de dirigir un musical?

Se necesita tener un ritmo y un tempo en la obra musical y eso es parte del proceso, lograr conectar en ese tempo musical.

 ¿Qué destacarían del elenco y en especial del protagonista?

Tenemos un elenco de primer nivel, como también los músicos y técnicos. Son artistas inquietos, con preguntas y eso hace que el espectáculo tome vida propia, para los directores es esa la magia que queremos activar cuando dirigimos este proceso.

¿Y sobre la escenografía, vestuario y  puesta en escena? 

La visualidad de la obra a cargo de Alex Waghon y Rocío Hernández  juntos le dan a esta obra una fragilidad difícil de conseguir, un piano blanco, una ventana, un sillón y ahí en medio, John Lennon. 

¿Cómo seleccionaron las canciones que se escucharán?

Eso fue complejo, atendiendo la cantidad de canciones que tiene John Lennon. Cada una de sus letras nos abría una ventana, un nuevo camino. 

¿Qué puede esperar el público que vaya a disfrutar de este espectáculo?

Este espectáculo es una buena excusa para revisitar las canciones de este ídolo, es una invitación a sentir su música y quizás adentrarnos en su lugar más íntimo, sus miedos, sus errores y también sus amores. 

Más:  Funciones: 28, 29 y 30 de noviembre, a las 20:30. Domingo 1 de diciembre, a las 19:00. Entradas: $35, $50, $70 y $100.