Creo que una de las regiones más bellas del mundo es Languedoc, una parte de los Pirineos en el suroeste de Francia. He estado allí varias veces y sus valles, montañas, vegetación y ríos siempre me impresionan. Sin embargo, como los seres humanos son bastante impredecibles, fue precisamente en este lugar magnífico donde surgió la primera gran “herejía” europea, el catarismo.