Después de una larga espera, la segunda temporada de The OA finalmente fue revelada en Netflix el mes pasado. El nombre viene de aquel que toma el personaje principal cuando se da cuenta de su naturaleza angelical. Ella, con la ayuda de varios grupos, se embarca en un gran viaje de autodescubrimiento.

Esta es una de esas series que una vez que se empieza a ver es imposible parar. Para quienes necesitan de respuestas concretas es una trampa cruel de la que solo pueden escapar metiéndose profundo hasta terminar el último episodio disponible y después sufriendo hasta que llegue la próxima temporada.

Los primeros episodios a finales de 2016 empiezan con una mujer (Brit Marling), encontrada libre de su ceguera después de siete años de haber estado desaparecida. Ella les relata a un grupo selecto lo que le ha pasado en ese lapso, las incontables experiencias cercanas a la muerte inducidas por un hombre que deseaba descubrir los secretos del más allá, y sobre las otras víctimas que compartieron su destino. La historia solo se vuelve más y más inverosímil de ahí en adelante, manteniendo al espectador en una danza constante entre lo imposible y lo ordinario y a veces confundiendo respecto a cuál es cuál. De hecho, la danza es un elemento clave de la narrativa, ya que es por medio de esta que nuestra protagonista demuestra sus poderes, de revivir gente, y saltar entre dimensiones.

Publicidad

Otro elemento a resaltar de esta serie es que es esta misma protagonista quien ha hecho de guionista, junto a Zal Batmanglij. Ambos autodidactas en lo que a escritura de guion se refiere, y habiéndose lanzado con este proyecto extremadamente original al que Netflix decidió darle una oportunidad. A pesar de esto, Brit Marling enfatiza en sus entrevistas que dada la naturaleza del proceso creativo muchísimas son las personas responsables de los guiones que escriba con Batmanglij. Este sentido de interconexión permea por completo las dos temporadas presentadas hasta ahora. Esta interconexión se demuestra también en la diversidad que presentan los otros personajes que van cobrando protagonismo, tanto por sus trasfondos, como sus identidades de género, edades o roles poco convencionales dentro de la narrativa.

The OA logra mezclar la ciencia ficción con la fantasía en un género llamado “dobla mente” en donde todo se va sintiendo como un atípico rompecabezas. Mientras esto se puede sentir muy nuevo para nosotros como audiencia no puedo evitar recordar que en tiempos ancestrales, cuando hablaban de carrozas divinas o espadas fantásticas, tanto las carrozas como las espadas eran piezas de alta tecnología, de la misma manera que para nosotros hoy puedan serlo otros elementos de la historia que nos pueden parecer más centrados en lo real.

Pero todo lo mencionado no es más que un abreboca. La experiencia real se la tiene poniéndole play al primer episodio de la primera temporada y para eso hay que dejar las ideas preconcebidas atrás. (O)