“Van Gogh siempre me gustó. Pero admito que eso se debía en parte a que todo el mundo decía que tenía que gustarme. Siempre me pareció audaz, y pensaba que sus colores eran excelentes. Pero hasta que no empecé a pintar yo mismo no pude apreciar del todo su trabajo. Fue decisivo”, dijo Willem Dafoe, quien da vida a Vincent van Gogh en el filme Van Gogh, a las puertas de la eternidad, en un diálogo con La Vanguardia.