-Cuando todos los días son tan similares entre sí, es porque las personas han dejado de notar las cosas buenas que vienen en sus vidas mientras el sol cruza el cielo. Nos acostumbramos a vivir sin pensar y sin disfrutar. Estamos contaminados por el ritmo infernal de un presente que, al presentarnos todo listo, destruye la magia del mundo.

-Cuando crezcas, descubrirás que ya has mentido, que te has equivocado y que has sufrido por cosas absurdas. Si eres un buen guerrero, no te sentirás culpable por eso, pero no dejarás que tus errores se repitan. Somos los únicos animales que se hieren dos veces con la misma piedra. Herirse no es grave, pero hacerlo por segunda vez de la misma manera puede ser fatal. Los errores nos dan la oportunidad de crecer, no de hundirnos en nuestra propia existencia.

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-No tenía miedo de las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de elegir un camino. Elegir un camino significa renunciar a otros.

-Si estás demasiado preocupado para descubrir lo que es bueno o malo en tu futuro, olvidarás tu propia alma, te cansarás y serás derrotado por la energía que has desperdiciado al juzgar a otros. Debemos vivir nuestras propias vidas y dejar de juzgar a los demás. Todos somos nuestro propio camino, y nadie puede ver realmente quiénes somos. Debemos dejar de mirar lo que llevamos dentro de nosotros.

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-El amor no está en el otro, está dentro de nosotros, somos los únicos que podemos despertarlo. Pero para despertarlo, nos necesitamos unos a otros. El amor no es un sentimiento fácil. A través del amor logramos sacar lo mejor, pero también lo peor, de nosotros mismos. El amor merece ser peleado por él y traerle alegría. El amor lo merece todo.

-El amor comienza con una mirada, se decide con una palabra, se siente con un beso y se pierde con una lágrima. Diferentes naturalezas nacen el amor. En la adversidad, da fuerza. En la confrontación y transformación, se conserva.

-Quien esté acostumbrado a viajar sabe que siempre es necesario partir un día.

-Un niño puede aprender tres cosas de un adulto: ser feliz sin razón, estar siempre ocupado por algo y saber cómo exigir con fuerza lo que quiere.

-Las derrotas existen, y nadie está a salvo. Es mejor perder un poco de lucha en la lucha por nuestros sueños que ser derrotado sin siquiera saber por qué estás luchando.

-Nuestra vida es un viaje constante desde el nacimiento hasta la muerte. El paisaje está cambiando, la gente está cambiando, las necesidades están cambiando, pero el tren continúa. La vida es el tren, no es la estación del tren.

-La elegancia es la postura más apropiada para que la escritura sea perfecta. Lo mismo ocurre con la vida: cuando se elimina lo superfluo, el ser humano descubre la simplicidad y la concentración. Cuanto más simple y sobria sea la postura, más bella será, aunque al principio parezca incómoda. (O)

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