Una acción polémica se registró en la Serie A de Italia, donde la tecnología evitó, en una situación imperceptible al ojo humano, que se valide un tanto cuando parecía que el balón había superado la línea de gol.

La escena se suscitó el miércoles, en el duelo entre la Roma y el Sassuolo, por la decimoctava fecha de la liga italiana, con arbitraje de Piero Giacomelli.

Transcurrían 18 minutos en el Estadio Olímpico de Roma, cuando el elenco visitante cobró un tiro de esquina cerrado que desvió hacia su portería el checo Patrik Schick. El balón impactó en el travesaño y rebotó en forma perpendicular al césped, dando la impresión que había superado la línea de gol.

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El juez central no validó como gol la acción, pese a los reclamos de jugadores del Sassuolo mientras la acción en el campo continuaba.

Solo cuando el esférico dejó la cancha, segundos más tarde, Giacomelli dio paso a la revisión en el sistema de Detección Automática de Goles (DAG), el cual está conectado directamente al árbitro.

La tecnología finalmente determinó, mediante una animación, que el balón no había ingresado en su totalidad al arco defendido por Robin Olsen, puesto que una porción milimétrica del esférico no había cruzado la raya de gol.

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Por supuesto, ni la misma repetición animada de la acción dejó del todo claro, para algunos, que el esférico no había ingresado, puesto que para el ojo humano podía haber parecido que efectivamente se había producido una anotación. (D)