Las paredes desnudas son una señal de una habitación incompleta. Eso no significa que hay que rellenar cada centímetro, pero darle vida y color es muy importante. Bien decorada, cuenta historias e inspira sin palabras.

No es necesario conseguir los artículos más caros para lograr un resultado atractivo y, en especial, cohesivo. Lo que una persona considera estético o artístico siempre será diferente a lo que piensa otra. Por eso, en estos casos, lo mejor es seguir su instinto en lo que a uno le gusta y quisiera ver en su ambiente.

En lo que sí pueden coincidir todos es en las pautas para accesorizar una pared llana, en cuanto a colgar fotos, espejos, pinturas o afiches.

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Primer paso: medir y calcular

Antes de empezar a acumular las piezas que se ubicarán en su pared, primero debe considerar las dimensiones de esos artículos. Una regla dice que para mantener la armonía del lugar, y no generar ruido visual, es cubrir hasta el 57% del ancho de la pared. Por ejemplo, si la pared disponible mide de ancho 3 metros, el ancho del cuadro o los cuadros por colgar debe sumar hasta 1,71 metros.

En cuanto a la altura, una mala medición afectará la proporción del espacio. Para que esto no ocurra, las piezas o los retratos deben quedar hasta 145 cm del suelo. Es una medida estándar que emplean los museos para exhibir sus obras y así no interferir en el recorrido visual humano.

Armonía con el mobiliario

No olvide: los elementos en las paredes deben equilibrar con los componentes que existen en la habitación, como mobiliario, ventanas, puertas y otras paredes.

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Al colocar cuadros sobre un sofá, considere que deben abarcar apenas dos tercios del ancho del mueble y de 15 a 20 cm sobre él. En el comedor, las piezas pueden estar un poco más abajo de lo comentado en el apartado anterior, para favorecer la vista sentados. Para acompañar las escaleras, seguir la guía de la ‘medida museo’, colocando las piezas cada tres escalones, en diagonal.

Si hay muchas cosas en su habitación, opte por colocar una sola pieza en la pared. De lo contrario, el lugar se verá abarrotado. Por lo menos debe haber espacio suficiente para que sus conocidos puedan apreciarla. Si no es posible, descarte esta idea.

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Balance y proporción

El resultado final debe lograr un balance simétrico, no verse desordenado. Por eso, se recomienda hacer un boceto o plano de cómo las piezas irán colgadas.

Una manera de hacerlo es colocándolas en el suelo, imaginando que es la pared. También funciona imitar en la pared los tamaños de los elementos con cinta adhesiva de papel. Esto permite calcular si los elementos encajarán cómodamente en la pared y redistribuirlos las veces que sea necesario.

Composición importante

Hay dos sistemas populares para distribuir cuadros sobre una pared. El primero es el estilo ‘salón’, inspirado en los salones parisinos de los siglos XVIII y XIX. Este sistema emplea diferentes escalas y tamaños para darle movimiento a la distribución.

El ‘salón’ empieza con una pieza protagonista en un centro, como punto focal. De ahí engancha los otros elementos alrededor de ella, todos separados de forma equidistante. La parte izquierda de la composición puede tener el mayor peso visual, puesto que naturalmente las personas leemos de izquierda a derecha.

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De ahí la mirada sube a la esquina superior izquierda y luego a la derecha. Esto significa que los colores oscuros, marcos gruesos y muy elaborados o piezas más grandes deben ubicarse a la izquierda del punto focal.

El otro sistema se conoce como cuadrícula (grid), ideal para colgar piezas más bien pequeñas. La composición no necesariamente debe derivar en un cuadrado, también puede resultar en un rectángulo. Para lograr este efecto, es mandatorio mantener la misma distancia entre marcos, se recomienda de 5 a 7 cm.

Paneles de yeso

Otra manera de llevar el arte a las paredes, sin colgar alguna pieza, es con paneles de yeso con diseños personalizados. También logra un efecto de profundidad por las capas de los paneles, por ser del mismo tono que la pared desnuda.

Textura y tonos neutrales

Si enganchar elementos en la pared no es lo suyo, hay otras formas de animar el espacio vertical. Por ejemplo, este lienzo con textura que imita el encaje armoniza con el fondo liso. Ambos son del mismo color para darle profundidad.

Fuentes: lifehacker.comapartmenttherapy.com (I)