El aroma del café por la mañana o el olor de una persona querida... en general, damos por sentado estas cosas. Sin embargo, con la edad puede reducirse el sentido del olfato, algo que sucede con bastante frecuencia. El problema es que con el olfato no solo se pierde algo bonito, sino que esto tiene consecuencias para muchos aspectos de la vida diaria de las personas.