El dolor al caminar es cada día más fuerte. Wilson se tiene que apoyar con un bastón para avanzar porque su prótesis de la pierna izquierda se traba constantemente. El desgaste del área de la rodilla lo desestabiliza y lo hace caer. Cada paso duele, lo lastima, expresa este afiliado al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) que lleva casi cuatro años esperando que el hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTMC) le cambie este dispositivo para recuperar una movilidad segura y sin molestias.
“El trámite está ahí, parado. No sé qué pasa que el Seguro Social no nos quiere ayudar”, reclama este hombre, uno de los 233 pacientes del HTMC que continúan a la espera -algunos desde el 2018- de que este centro de atención concrete la compra de igual número de prótesis por un monto estimado de $ 2,1 millones, de acuerdo con un estudio de mercado realizado por el hospital.
Pese a este estudio, el proceso de adquisición de estos dispositivos aún no se inicia, porque faltaría la asignación presupuestaria. Por ello los pacientes, a través de su procurador John Cabot, solicitaron en un oficio la gestión de la directora del Seguro General de Salud Individual y Familiar, Diana Parrales, para que se asignen los recursos.
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“La situación actual es insostenible: mientras el presupuesto permanece sin ejecutarse, centenares de asegurados requirentes de prótesis desde el año 2018 siguen esperando por un dispositivo esencial para recuperar su calidad de vida”, señaló Cabot en el documento enviado a las autoridades del HTMC y del IESS el pasado 9 de junio.
“Esta demora no solo refleja una grave falta de gestión, sino que también atenta contra los derechos de los afiliados, quienes han cumplido con sus obligaciones y esperan, con justicia, una respuesta institucional seria y eficaz... Esperamos una resolución concreta y no más excusas. La salud y dignidad de las personas no pueden seguir dependiendo de trámites estancados”, expuso Cabot en su octavo requerimiento por esta misma causa. El primero lo solicitó, afirmó, en marzo de 2024.
El gerente del HTMC, Alberto Sper, también envió un escrito a la subdirectora Diana Parrales -con fecha 28 de mayo- para solicitar que se realicen las gestiones con el fin de obtener la asignación presupuestaria de $ 2′192.074,04 para dar atención al requerimiento del proceso de contratación del servicio de fabricación de prótesis y órtesis del centro.
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Este Diario solicitó una entrevista con el gerente del HTMC desde el pasado 28 de mayo, pero hasta el momento no ha sido concedida.
En tanto, los pacientes también han recurrido a la justicia a través de su procurador. Cabot interpuso una acción de protección en contra del hospital del IESS en febrero de 2024, con el que buscaba que se declare la violación de los derechos de las personas con discapacidad y se ordene al HTMC revertir la resolución de desierto de la compra de prótesis que inicialmente adjudicó a un proveedor por $ 2 millones en diciembre de 2023.
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El HTMC declaró desierta la adquisición en febrero de 2024 por “considerarse inconvenientes para los intereses nacionales o institucionales todas las ofertas o la única presentada”, según el documento firmado por el entonces gerente del HTMC, Rubén Egas, quien ofreció iniciar dos meses después otro proceso de compra, pero no se concretó. Egas dejó el cargo en junio de 2024.
Un mes antes, en mayo, la acción de protección fue declarada improcedente por el juez Jorge Aldás Macías. Cabot apeló la decisión y, tras casi un año, los jueces Demóstenes Díaz Ruilova, Estalin Coronel Álvarez y Carmen Vásquez Rodríguez, de la sala especializada de lo penal, penal militar, penal policial y tránsito de la Corte Provincial de Justicia de Guayas, aún no resuelven este recurso.
“Solicité audiencia de estrados y las dos veces no se presentaron los jueces, y ahora -según el formulario con fecha del 10 de junio- solicité que en mérito de los autos resuelvan”, expuso Cabot, quien espera que ya no se dilate más y se resuelva lo que él considera una vulneración de los derechos de las personas con discapacidad por parte de una entidad pública.
La espera continúa para los 233 pacientes del hospital Teodoro Maldonado Carbo. “De tantas caídas tengo afectados los ligamentos (de la pierna derecha). Pregunté y solo la rodilla (de la prótesis) cuesta $ 1.600, pero dinero no hay, no hay cómo”, comenta Wilson, quien recurre a compresas frías para aliviar el dolor del trajín diario acumulado tras cumplir su jornada laboral. (I)
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