La mañana de este viernes, 9 de mayo, decenas de estudiantes gritaban con alegría “¡que viva el Papa León XIV!” en el interior del plantel educativo San Agustín.
En ese plantel se desarrolló un acto conmemorativo que busca celebrar que por primera vez el máximo líder de la iglesia católica, el Papa León XIV, pertenece a la orden San Agustín.
Al evento asistieron los estudiantes del plantel educativo y al mismo tiempo varias madres de familia, quienes también fueron homenajeadas por el Día de la Madre..
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Entre los religiosos recordaron los momentos previos a la designación. “¿Qué tal si sale Prevost?, comentábamos con algunos Agustinos de Latinoamérica en algún momento, pero nunca nos imaginamos el resultado”, acotó el padre Wilson Posligua, de la orden San Agustín y rector de la Unidad Educativa San Agustín.
Él recordó que cuando lo vio en el balcón de la basílica de San Pedro fue sumamente emocionante y aquello lo seguía recordando esta mañana. “Viendo las noticias seguía derramando lágrimas de alegría”, expresó el padre Posligua.
También entre representantes de familia y alumnos hubo emoción por tener un papa vinculado con la comunidad agustina.
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“Feliz de que tenemos un representante agustino como Papa en el Vaticano”, expresó Geomayra Samaniego, una madre de familia que estuvo presente en el evento.
En el plantel se hizo una reseña para enseñar a los niños quién es el Papa León XIV y cuáles son sus raíces, las autoridades contaron un poco de su biografía y su paso por el Ecuador hace 12 años.
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“Quien ama de verdad a una tierra, termina sembrándose en ella para siempre”, de esta forma empezó la presentación a cargo de Freddy Casquete, docente de la institución.
Él hizo referencia a que el nuevo Papa tiene doble nacionalidad: estadounidense y peruana.
Hoy, tanto Perú como Ecuador y toda Latinoamérica lo reconocen como un orgullo de la región, mencionó.
El padre Posligua describió al nuevo papa como un hombre profundamente humilde.
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Recordó que en una ocasión especial cuando Robert Prevost, siendo Prior General, visitó la parroquia Santa Rita, ubicada en la periferia del cantón Chone.
Se trata de una zona rural con comunidades campesinas que son acompañadas pastoralmente, a través de la catequesis.
Cuando llegó, el padre superior de la comunidad le explicó: “Solo tenemos este jeep viejo para movilizarnos”.
A lo que Prevost respondió sin dudar, “no importa, vamos a la misa”. Subió al vehículo con sencillez, sin incomodarse por el polvo ni las condiciones.
Ese gesto, afirmó el padre Posligua, fue una clara muestra de su humildad.
Además, comentó que tuvo varios encuentros con quien hoy, es el Sumo Pontífice.
El primero fue en 1999, en Conocoto, cuando él tenía apenas 20 años. Allí pudo interactuar con el ahora líder de la iglesia católica y conocer su cercanía.
Más adelante, en 2011, ya como sacerdote, compartió durante cinco días junto a él.
Comentó que vivieron ese tiempo como verdaderos hermanos agustinos, entre risas y muchas anécdotas. (I)