La antigua casa ubicada en Urdesa central, en las calles Higueras y Costanera, empezó a ser demolida por obreros de la dirección municipal de Obras Públicas. Su estado de vetustez representaba un riesgo para peatones y moradores del sector.
En el lugar se edificará el Centro de Habilidades Tecnológicas y Creativas de la Empresa Pública Municipal para la Gestión y Competitividad (ÉPICO).
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La 'Casa' de Urdesa: la historia de un lugar que cobró vida
Las tareas se concentran en el retiro de los escombros, pues los trabajos tomarán un mes, explicó Luciana Rimassa, supervisora de obras. La demolición se realiza una vez que ya culminó el proceso de expropiación.
“Vamos a dejar el lote listo para el proyecto que ÉPICO va a realizar aquí”, señaló la funcionaria.
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Durante la primera fase se creará un espacio para el desarrollo del talento de los jóvenes, quienes podrán capacitarse en tecnología, desarrollar expresiones artísticas y habilidades creativas digitales. Además, el centro contará con áreas de creación y presentaciones, networking y librería.
De esta forma, los jóvenes desarrollarán habilidades para edición y producción para YouTube, TikTok y pódcast, manejo de redes sociales, marketing digital, media planner, diseño y modelado 3D, entre otras capacidades.
Este inmueble ha sido denominado de varias formas: la mansión abandonada, la casa de Urdesa, casa embrujada, la guarida de malandros y pordioseros. Alguna vez fue la Casa de colores, el Inmundicipio.
Fue construida para ser el hogar de la familia Ramírez Franco, de El Oro, pero no fue habitada. A partir de allí la historia real se entrelaza con el mito y la irrealidad.
A inicios de este siglo fue utilizada como bodega. Luego fue desocupada y estuvo a cargo de un italiano, de quien no se tiene más datos.
En el 2011, el artista Daniel Adum, quien vivía en Urdesa, conoció a ese italiano en la playa. Luego de una larga charla, se hizo cargo del alquiler y comenzó la época de los colores y el Inmundicipio, a mediados de ese año.
Se organizaron conciertos y demás activaciones culturales hasta que en mayo de 2013 se anunció que el lugar cerraba. Los actividades cambiaron de sede.
La Casa, como también era conocida, volvió a quedar a oscuras y a ensuciarse. Hay quienes cuestionan la decisión del Municipio de demoler el inmueble en lugar de convertirlo en un espacio de manifestaciones culturales. (I)