Es una calle pero no parece calle. Parece una ruta fluvial con aguas lodosas y malolientes. A los costados hay viviendas de caña, de construcción mixta y hasta de cemento rodeadas de fango. Hay solares llenos de monte que también son pozas de aguas putrefactas. Es una calle de la cooperativa Elsa Bucaram, en norte del cantón Durán.